lunes, 19 de agosto de 2013

Me gustaba verte sonreír, no sé por que pero era algo que siempre me conseguía animar. Tu presencia era algo que me hacía sentir que el mundo se paraba y que solo existíamos los dos. Se me hace raro que nunca fuésemos nada más que amigos pero la verdad es que aunque me encantaba apoyarme en tu hombro, que me dieses un abrazo de esos bien fuertes, o que tus manos se perdiesen por mi pelo, si me hubieses intentado besar yo me habría echado para atrás lo nuestro era mucho más grande que una amistad, algo demasiado valioso como para perder lo en esas estúpidas broncas que hay en todas las parejas. 
Aunque ahora siento que todo se ha perdido, que ya no queda nada y no sé si duele más que haya sido por que la distancia nos ha separado y todas las promesas que nos hicimos se han perdido, a si hubiese sido por habernos demostrado que nos queríamos de una manera especial, por besarnos y luego pelearnos como todas las parejas de la actualidad.

sábado, 17 de agosto de 2013

El mundo amarillo*

No hace mucho he terminado un libro de Albert Espinosa que hablaba de unas personas que conocíamos durante nuestra vida y que llegaban para cambiarla y para ayudarnos, esas personas no eran ni amigos, ni parejas aunque si podían acabar siéndolo, sino que eran según el "amarillos". En el libro decía que no era fácil reconocerlos y que no había una edad fija en la que te comenzases a dar cuenta de quienes eran tus amarillos, yo la verdad es que no sé si he conocido a alguno de los 23 amarillos que se supone que pasarán por mi vida, lo único que sé es que en mis 17 años de existencia si he conocido a gente que me ha cambiado la vida, algunos ya no están y no volverán a estar nunca, otros han desaparecido sin despedirse, otros aún están a mi lado hoy, y otros viven a cientos de kilómetros de mi, no estoy muy segura de si algunos de ellos son amarillos míos, lo único de lo que estoy segura es de que sin ellos mi vida perdería parte del sentido que tiene por no decir que perdería todo su sentido.