No soy perfecta, aunque tampoco quiero serlo.

Puede que no sea el prototipo de chica perfecta, bueno más bien no lo soy, yo no soy de esas chicas que se tiran 2 horas delante del espejo lo sábados, y al abrir su armario se encuentran con 4 o 5 vestidos, yo soy más bien de las que se ponen cualquier cosa salvo faldas y vestidos. No soy de esas chicas a las que les vale cualquiera, soy un poco tiquismiquis a la hora de escoger a un chico, puesto que yo no quiero llegar a los 18 con una lista que llegue hasta la luna, yo solo pido tener un papelito pequeño en el que ponga un nombre, el nombre de la persona que me ha hecho sentirme un poco más feliz y especial cada día.
Yo no soy del prototipo de chica delgada, con pelo largo, y sonrisa perfecta, tampoco creo ser una foca pero digamos que me quede en el 90-60-90, pasándome un poco de talla por algunos lados, soy de esas chicas a las que el pelo parece no crecerles nunca, de esas chicas que aunque no les quede mal tienen un pequeño defecto en su sonrisa.
En resumen no soy un prototipo más de perfección actual, más bien soy de esas chicas simpáticas a las que todo les da un poco igual.

Volver a ser lo que un día fuimos.

Dejar atrás las tardes amargas, las lágrimas, las sonrisas falsas, y empezar de cero como si no hubiese pasado nada.

Fingir encontrarnos de nuevo, hacer que no nos conocemos, escucharnos y amarnos pero sin los errores del pasado.

Ser lo que un día fuimos, sin dificultades, sin noches en vela por peleas sin pies ni cabeza, sin gritos, sin psicologías extrañas, en resumen ser felices sin meter la pata.

Luchar por escucharnos, comprendernos y querernos, no dejar que nadie se interponga entre lo nuestro, que al mirarnos ya no nos importen el resto.

Querernos como siempre pero acabando como nunca, juntos para siempre.

te lo mereces, en las relaciones toca sufrir a veces.

Pintar en tu rostro una sonrisa.

Un sonrisa bien bonita y alegre de esas que dicen  con solo mirarlas lo que la persona siente, de esas sonrisas que junto a un mirada impetuosa dicen que están preparadas para comerse el mundo.
Quiero dibujar en tu cara esa sonrisa que hace años perdí de vista, esa sonrisa tonta, y coqueta que tanto me encantaba, esa sonrisa por la que cada mañana me levantaba de la cama.
Quiero borrar de ti todo rastro de tristeza de amargura de dolor, sustituir todas esas cosas malas por amor, por razones para disfrutar, para vivir.
Quiero escuchar el sonido de tu risa a todas horas hasta cuando no pueda verla, hasta cuando duerma.
Quiero una de esas sonrisas que nunca se pierden, de esas que te hacen ser más valiente.