Dicen que en el juego del amor siempre tiene que perder uno de los dos, que nada es para toda la vida, que hay relaciones que empiezan son felices durante varios meses o años y que luego se acaban por que a uno de los dos le parecía muy monótona toda su vida en el amor, hay otras parejas que se enamoran, se casan, tienen hijos y que después de todo eso se divorcian por que se han dado cuenta de que realmente no eran felices, hay parejas que no son parejas solo son dos personas que se gustan pero no saben como decírselo, hay parejas que viven toda su vida juntos, tienen una gran familia, pero que al final acaban separados por que o la enfermedad o la vida les ha hecho separarse, también hay parejas que sufren graves problemas, y no me refiero solo a las parejas infieles si no a aquellas parejas que viven a kilómetros de distancia, o a esas parejas que deciden darse un tiempo y ese tiempo se acaba convirtiendo en toda una vida.
Hay miles de tipos de parejas pero pensando en nosotros dos, la verdad es que prefiero ser de esas parejas que envejecen juntas y que aunque la enfermedad o la edad físicamente las separe, algo, un lazo mucho más fuerte las mantiene siempre unidas.